A medio camino entre nuestras casas y Santiago de Compostela, en Chaián, nos encontramos el lugar de A Polveira. A la derecha tenemos una desviación que nos lleva a la ermita de Augas Santas. Los vecinos acuden a su fuente buscando el agua milagrosa para curar sus dolencias. Según la leyenda, tenemos que pasar un pañuelo mojado en la fuente por la zona que queremos curar. Debemos dejar el pañuelo a secar cerca del manantial y, en cuanto el pañuelo esté seco, nuestros males se habrán curado.
A juzgar por la cantidad de pañuelos que se ven en los árboles cercanos a la fuente, esta agua debe de tener muy altos poderes curativos.
Alguien dijo alguna vez que LA FE MUEVE MONTAÑAS
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